jueves, 17 de marzo de 2016
Evolución vestido de baño
1920
Tela pesada, que demoraba en secarse. Sobrio y austero.
1930
Se comienza a explorar con telas más adecuadas. Se resalta la figura femenina.
1940
El bikini apareció en 1946 pero aún así, mantenía el ombligo oculto.
1950
En esta época se valoraban las curvas, por lo que este tipo de bañador debía dar soporte y comodidad a la mujer.
1960
El bikini cobró algo más de fuerza, orientado a la diversión y comodidad.
1970
Colores vívidos y coquetos, el bikini debía destacar el cuerpo femenino, en concordancia con la revolución sexual de la época.
1990
Inspirado por “Los guardianes de la bahía”, el bañador de moda era de una pieza, de tiro alto, y de colores fuertes.
Hoy
Los bañadores se ajustan a todo tipo de cuerpos, hay muchísima más libertad en cuanto a estilos y colores, por lo que la mujer puede elegir con mayor confianza y soltura.
martes, 15 de marzo de 2016
Historia del vestido
Los cambios sociales también han transformado la industria
del diseño de indumentaria. La revolución Francesa, por ejemplo, impuso al
pueblo el uso de pantalones largos en sustitución de los calzones hasta las
rodillas. También es importante señalar aquellos cambios introducidos por los
movimientos religiosos. Por citar un ejemplo, la toca o griñón que ocultaba
totalmente el cabello se popularizó entre las mujeres en el siglo XIII en
Francia, gracias a la influencia del cristianismo. Los movimientos culturales
en el campo de la literatura, el arte y el teatro han ejercido asimismo gran
influencia en la moda. El neoclasicismo de los cuadros de David popularizó
entre las mujeres la línea clásica de las túnicas griegas.
De acuerdo con su función, las prendas pueden estar hechas
de diferentes materiales. Aquellos ropajes que se utilizan para proteger al
cuerpo del frío podrán estar hechos de lana, mientras que los que se usan
durante el verano serán probablemente de algodón o de seda. Los materiales más comunes
son el algodón, el lino, la lana, el cáñamo, la gabardina, la seda, la Lycra y
las fibras sintéticas. Las pieles y el cuero también se utilizan con
frecuencia, aunque en general se utilizan imitaciones para evitar la matanza de
animales. Otros materiales que no son tan frecuentes pero que también se
utilizan para hacer prendas son el yute, la goma, el rayón y el bambú.
PREHISTORIA:
Al
retirarse los glaciares, el hombre primitivo buscó climas más benignos y
templados, lo que le permitió conocer y desarrollar la agricultura, así como
también emplear la lana de ciertos animales para la confección de tejidos que
reemplazaran a las pieles. Los grupos de familias y, por consiguiente, de
viviendas, fueron conformando poblaciones, y así nació la primitiva ciudad. La
vida en sociedad y el trabajo en colaboración lograron un relativo
refinamiento, pues ya por entonces las mujeres se adornaban con pulseras y se
pintaban el rostro, lo cual puso de relieve un naciente bienestar y seguridad
con relación a la supervivencia. Además, como ejemplo de su incipiente
artesanía, nos dejó valiosas muestras de una alfarería preciosamente decorada.
En roma y Grecia:
EL VESTIDO EN GRECIA:
Los materiales que utilizaban los
griegos para confeccionar sus vestidos eran, preferentemente, el lino, la lana
y las pieles. Las prendas esenciales del vestido de los hombres y de las
mujeres se designaban con los mismos nombres, chitón o himatión, que se
traducen por túnica y capa respectivamente. El chitón y el himatión parece a
primera vista que componían todo el traje de los hombres, por lo menos el de
calle y de ceremonia; pero los dibujos de los vasos griegos representan guerreros
que llevan pantalones unos, y otros jalecos con medias mangas, análogos a las
camisetas interiores de hoy y a los jubones; hay una estatuita de Hermes que lo
representa con una a manera de enagua plegada semejante alfaldellin que gasta
el griego de hoy. El traje civil parece que se simplificó en tiempo de las
guerras médicas.
El chitón era una
especie de blusa larga, sin mangas, recogida en la cintura por medio de un
cinturón, que llegaba sin embargo a la rodilla y muy a menudo a los pies. El
himatión era una larga capa formada de una sola pieza de tela que se envolvía
al cuerpo, corno lo hacen hoy los españoles con la suya. Los jóvenes llevaban
de preferencia una especie de esclavina sujeta al cuello, llamada clámide. En
la cabeza llevaban unas veces un canso bonete de fieltro llamado pilos y otras
un sombrero de ala grande, el petaso, que se echaba hacia atrás hasta tocar en
la espalda.
El traje femenino no fue ni mas uniforme, ni mas inmutable
que el de nuestros días. La moda ha tenido sus caprichos hasta en Atenas. Los
griegos llevaban trajes complicados, cuerpos de vestido ajustados, con mangas
huecas y faldas plegadas, los pliegues eran pequeños , abultados a veces y a
veces adornados con volantes realzados con dibujos o con bordados. En tiempo de
las guerras medicas, el chiton era la pieza principal del traje, tanto para los
hombre como para las mujeres..
El chitón de las mujeres formaba, por lo largo y ancho que
era, una verdadera falda flotante ceñida en la cintura. Esa falda era unas
veces de lana y caía formando grandes pliegues, otras de tela de lino
artisticamente aplanchada. Para salir, se envolvía la mujer en un himatión, más
amplío y de tela más flexible y más rica que el de los hombres. Existían trajes
de todos los colores y dibujos; pero los más comunes eran los de lana blanca
con franjas de color. El verdadero lujo de las mujeres consistía en las joyas.
Las formas del peinado eran muy variadas. Las mujeres hacían uso de peines,
diademas y hasta de afeites y cabellos postizos.
Hombres y mujeres se calzaban con sandalias, que es un
calzado compuesto de una suela que se asegura con correas hasta la garganta del
pie, gustándoles en extremo el cuero de color. Con aquellas casas y aquellos
trajes, Atenas debía parecer una ciudad árabe.
Los griegos no conocían el jabón. En el baño se debía
utilizar bien un carbonato de sosa impuro, bien una solución de potasa, o bien
arcilla especial. Les gustaba bañarse antes de cenar.
Los griegos no empezaron a afeitarse completamente la barba
y el bigote hasta después de Alejandro. En la época clásica, cuando se habla de
una navaja siempre se trata de un accesorio del aseo femenino, ya que, para
hacer desaparecer por completo el vello superfluo, las mujeres se depilaban con
el candil o por medio de pastas especiales, pero también utilizaban navajas.
Después de las guerras médicas, en Atenas los niños eran
casi los únicos que seguían llevando el pelo muy largo: cuando se aproximaban a
la edad de la efebía se lo cortaban y lo consagraban a los dioses. Las mujeres
libres sólo se cortaban el pelo temporalmente en señal de duelo.
Vestimenta en Roma:
lana era el tipo de material más utilizado para confeccionar
las prendas, dada su abundancia y fácil manejo. Esto no quiere decir que no se
utilizaran otros materiales. Dependiendo del poder adquisitivo de la persona en
cuestión las prendas podían ser de algodón, lino o seda. Las mujeres patricias
de buen pasar prácticamente utilizaban exclusivamente seda para sus chitones.
Como es lógico asumir las decoraciones eran un punto importante a la hora de
definir el gusto de los romanos. Los adornos de perlas -uno de los tipos
preferidos de joyas por las mujeres- eran muy utilizado para adornar desde los
broches en las túnicas hasta las mismas sandalias o zapatos. Diferentes
tinturas eran utilizadas para decorar la ropa. La purpura -una tintura muy
costosa obtenida de los moluscos y considerada de excelente gusto- y otras
tinturas de origen vegetal, también eran utilizadas para embellecer las
prendas.
No hay evidencia de un uso muy difundido de ropa interior
-indumenta, como se la llamaba- hasta antes de la República. Sabemos que los
trabajadores utilizaban un subligar o un subligaculum para proteger sus
genitales, el cual era una prenda rectangular de lino o lana que generalmente
cubría también el vientre. Posteriormente surgen dos nuevos tipos de ropa
interior. La subucula, que asemeja una camiseta, la cual era normalmente hecha
de lino; y la camisia, que su nombre ya nos deja claro que era similar a una
camisa. También vemos que estas prendas podían tener distintos modelos,
encontramos el campestre entre ellos que era muy utilizado en días calurosos.
Por otra parte podemos encontrar la mamillare en las mujeres. Una tira de cuero
que sostenía el busto y se asemejaba al corpiño actual.
Antiguo Egipto
La vestimenta utilizada por los egipcios debe su diseño y
elección de géneros a las altas temperaturas que debía enfrentar esta
civilización. Así, expandida a orillas del río Nilo, la moda y sus usos estuvo
a expensas del clima.
En tal sentido, a los largo de las tres etapas fundamentales
del Imperio egipcio, esto es, Imperio Antiguo (2800-2200 AC), Medio (2000-1780
AC) y Nuevo (1570 – 1065 AC), no se observaron grandes cambios en relación con
la moda. Según las etapas, se encontraron variedades sobre una misma base en el
vestido pero no modificaciones radicales. Las variedades de telas utilizadas no fueron muchas, el lino
se constituyó como la materia prima a partir de la cual, dependiendo de su
grosor, se desprendían diferentes calidades: lino real, un lino elaborado con
más relieves (sutil fino), otra con leves relieves (sutil) y, por último, el
lino liso. El color principal fue el blanco. La lana también era un género muy
utilizado, éste servía para la fabricación de ropa de abrigo y de caza. Entre
otros géneros utilizados, también debe mencionarse la seda, en la época
ptolemaica y el algodón, ya con la entrada de los árabes en la zona.
En
el Imperio Antiguo, los hombres utilizaban una especie de falda llamada
faldellín que se hacía con una tela cuyos extremos se anudaban hacia atrás, a
la altura de la cadera, y cuyo largo se extendía hasta las rodillas.
Habitualmente, el faldellín se llevaba al cuerpo, característica que lo
diferenciaba de la ropa de trabajo o del campesinado que era más suelta.
La vestimenta femenina también consistía en un trozo de
género, éste cubría todo el cuerpo en forma envolvente: desde las axilas hasta
los tobillos, cuyas tiras a los costados y anudadas hacia atrás, cubrían los
pechos.
Como se ha mencionado, el color básico era el blanco, aunque
cuando los géneros comenzaron a trabajarse más, se añadió el color rojo y
marrón, con los que se hacían figuras geométricas que servían como ornamento
para cuellos y mangas.
A partir del Imperio Medio, el faldellín masculino comenzó a
ser más largo y la vestimenta femenina más sensual y sugerente, los pechos iban
directamente al descubierto.
Tanto esclavos como trabajadores de las castas más bajas,
usaban apenas un tapa rabos de lino a modo de slip o, en su defecto, iban
desnudos.
Entre los accesorios de importancia,
las pelucas constituían un elemento fundamental. La costumbre egipcia, tanto
para hombres como para mujeres, era depilarse el cuerpo completo, incluyendo la
cabeza. Las pelucas era un ornamento más, y en ocasiones, elemento de
seducción: las había lacias, trenzadas y rizadas para las mujeres, cuya
finalidad era erótica.
Si bien al comienzo del imperio se las hallará cortas, hacia
el Imperio Nuevo, se usan más largas. Los pies se cubrían con sandalias
elaboradas en hojas de palma (o palmera), junco o papiro.
Tal como se indicó al comienzo, tanto la materia prima como
la confección de prendas estuvieron subordinadas a las elevadas temperaturas,
lo que hizo necesario que éstas fueran livianas y frescas.
Vestimenta en la edad contemporánea
Si bien desde sus orígenes la ropa interior adquirió un
valor erótico, su masificación responde a fines higiénicos. Sucedía que, bajo los
trajes, las damas no llevaban más que una camisola confeccionada en lino o
algodón, de corte recto y amplio hasta las rodillas. Sobre ella, a partir de la
cintura, iban las enaguas, las que servían esencialmente de abrigo.
Sin embargo, a principio del 1800, se introducen al
vestuario femenino los calzones.
Como todas las prendas de ropa interior que irían
apareciendo, los calzones fueron inicialmente usados por las damas bien. Para
mantener el recato, su largo no debía extenderse por debajo del vestido. Esto
se debía a que, revelar partes de la ropa interior es un gesto erótico femenino
que simbolizaba el acto de desnudarse.
Las reinas traen la moda:
En la España del siglo XVII las mujeres-que todavía no
conocían las bombachas-solretrato de Juana de Portugal, mujer de Enrique IV ían
depilarse el pubis. Esta costumbre, que también se observó en Francia y en
Italia, se sofisticó aún más cuando Juana de Portugal llegó a Castilla para
casarse con Enrique IV: la reina viajó acompañada por un grupo de damas que no
sólo se depilaban totalmente, sino que pintaban sus muslos-desde la cintura a
las rodillas-con una pintura blanca, para que así al bajar de sus caballos no
mostrasen a los presentes más que una fugaz visión de algo blanco. Era el
sustituto de la ropa interior: las bombachas fueron descubiertas por las
españolas recién cuando Isabel de Valois llegó a España para casarse con Felipe
II. Tanto la reina como sus damas las llevaban
Llega el corsé:
El principal objetivo de este adminiculo era disminuir el
contorno de la cintura y enfatizar el tamaño del busto. Su incorporación al
vestuario femenino data de fines del siglo XVIII. Se extendían desde el busto a
la cadera, aunque también los había cortos hasta la cintura, y –hasta que
aparecieron los botones – se amarraban con lazos por la espalda.
La postura del corsé era una tarea que requería -al menos-
de dos personas: la primera, la que lo usaba, y la segunda, la que tiraba
fuertemente de los lazos hasta alcanzar la cintura de avispa deseada. Ahora,
cuando la mujer en cuestión tenía unos cuantos kilos de más, hacía falta otro
par de manos que tirara de uno de los lazos por un lado, mientras que otra
doncella acometía la misma tarea desde el otro extremo.
Moda siglo xxi
El artículo plantea la revolución que irrumpe en la
actualidad en la moda europea con la llegada a las pasarelas de modelos
robustas que se abren paso con un vestuario que muestra nuevas propuestas
estéticas que incluyen en la industria de la moda no sólo a mujeres modelos
hasta ahora excluidas por su contextura física, sino que de igual manera a
través de ellas se da aviso al mundo de que las mujeres ‘gordas’ están entrando
al mundo de la moda en el siglo XXi.
Aunque la vestimenta ha sido parte de la
historia de la humanidad desde sus inicios, lo que hoy se conoce como moda no
empieza a surgir sino hasta aproximadamente el siglo 14, cuando los países
empezaron a crear estilos propios de sus naciones y la gente empieza a
personalizarlos de acuerdo a su estilo de vida.
En el siglo XX las guerras y
las revoluciones sociales trajeron cambios definitivos en la industria de la
moda. El cambio más importante quizás haya sido la lucha de las mujeres contra
las restricciones políticas y sociales, esto se manifestó indiscutiblemente en
la relación de ellas con el vestuario.Es
así que en los primeros años del siglo XX desapareció el corsé y volvió la
silueta natural. En los años 30 la modista francesa Coco Chanel reinventó la
forma de vestir de las mujeres al agregar a su guardarropa una prenda que hasta
el momento había sido exclusivo de los caballeros: los pantalones.Coco_Chanel. Las
mujeres con curvas fueron características de los años 40 y 50 del siglo pasado,
pero después de ellas, figuras de mujeres sumamente delgadas se apoderaron de
las pasarelas y el modelaje.Marilyn Monroe 1947. Las jóvenes alrededor del
mundo vieron en la delgadez un ejemplo a seguir, lo que ha llevado a muchas de
ellas a sufrir trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia. La famosa
“talla cero” ha sido el sueño e infierno de millones de mujeres.modelo anoréxica.
Con la llegada de cada temporada, los diseñadores han lanzado sus colecciones,
en las que han demostrado su poder creativo y sus ‘exquisitas habilidades’ en
el arte de la confección para las mujeres delgadas. Decimos diseñadores, porque
éstos en mayoría son hombres, que imponen cánones de moda con esquemas masculinos.
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